Hoy te voy a contar mi fracaso más reciente.
Ocurrió ayer, e igual puedes aprender algo que te sea de utilidad en tu negocio.
En la Comunidad Valenciana esta semana no es lectiva.
Así que nos hemos venido a casa de mis padres para que disfruten los abuelos y los nietos.
La verdad es que aquí se lo pasan genial.
Tienen jardín, piscina (aunque el tiempo no acompaña todavía) y juguetes con los que sólo juegan cuando vienen aquí.
El efecto «novedad» es importante.
Tanto en marketing como con los hijos.
No es necesario que el juguete sea nuevo, con que haga algún tiempo que no juegan con él es suficiente para ese efecto «novedad».
Bueno, vamos con lo de mi fracaso.
Que sé que es lo que te gusta…
El caso es que aquí normalmente cocina mi madre.
Ya sabes, su casa, sus normas.
Pero anoche tuvo que salir y yo quedé encargado de hacer una tortilla de patata.
Antes de irse me dejó las patatas y los huevos listos.
Te pongo en antecedentes:
En mi casa normalmente cocino yo, pero no hago tortillas de patata.
Eso de tener que freírlas me da mucha pereza.
Así que sólo las hago francesas.
Volvamos al despropósito de ayer:
Había visto en Instagram una receta de tortilla de patata en la que hacían la patata al vapor en el microondas.
Así que decidí probar.
Pelé y corté las patatas y las metí en un recipiente especial para cocinar al vapor.
7 minutos.
Las saco, las pincho y en principio estaban hechas.
Precaliento la sartén, le echo los huevos batidos y las patatas.
Me doy cuenta de que no hay suficiente huevo.
Rápidamente bato 2 más y los añado.
Tapo y espero un poco para darle la vuelta.
Horror.
Se ha pegado.
En una mano tengo un plato con huevo batido y unas cuantas patatas y en la otra una sartén con media tortilla pegada.
Vuelvo al fuego.
Intento despegarla por los bordes con una espátula.
Consigo darle la vuelta no sin antes haber perdido parte del huevo batido.
La termino de cocinar y el resultado es cualquier cosa menos una tortilla de patata:
Mi madre casi me desherada cuando volvió y vio «eso».
No me dejará volver a acercarme a su cocina en muchos años.
Esta noche hará ella la tortilla.
Y saldrá bien.
Y estará riquísima.
Porque ha hecho miles en su vida.
Miles de tortillas de la yaya.
Conclusión:
Cuando intentas hacer algo que no sabes viendo un tutorial en Instagram o en Youtube hay muchas opciones para que la cagues.
Con una tortilla no tiene mayor transcendencia.
Pero con la web de tu negocio la cosa puede ser más grave.
Si no tienes tu WordPress actualizado por miedo a meter la pata al darle a algún botón que no debes, seguramente tendrás brechas de seguridad que antes o después algún desalmado las aprovechará.
Puedo ayudarte a ponerle remedio:
Crearé un sistema automático de copias de seguridad que se almacenen fuera del servidor y mantendré todos los plugins actualizados:
Servicio de mantenimiento WordPress
Pulsa en el enlace de arriba para dormir más tranquilo, tranquila o tranquile.
Muchos clientes piensan que no necesitan preocuparse por la seguridad de su web porque es muy pequeña.
Error.
Los que se dedican a atacar webs crean bots que navegan por internet en busca de páginas que tengan alguna vulnerabilidad 24 horas al día.
Todos los días.
Sin descanso.
Y les importa un pimiento el tamaño o las visitas que tenga tu web.
Si dan con una vulnerabilidad se harán con ella.
Y pondrán el contenido que les interese.
Y eliminaran el usuario con el que tienes acceso.
No te lo recomiendo.
Pero puedes prevenirlo con mi servicio de mantenimiento WordPress.
¡Nos vemos en internet!
P.D: En mi familia somos sincebollistas, pero no talibanes 😉
P.D2: Soy mejor diseñador web que cocinero, por eso no tengo un restaurante…
Deja una respuesta